sábado, 28 de junio de 2014

SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Ellos dijeron: "Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o uno de los profetas."
Díceles él: "Y vosotros ¿quién decís que soy yo?" Simón Pedro contestó: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo."
Replicando Jesús le dijo: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos." Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.
Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día.
Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: "¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!" Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: "¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres! ( Mt 16,13-23)

FELIZ CUMPLEAÑOS


1874 – Fundación de la Congregación en Talarn
El 28 de junio de 1874, fecha fundacional de nuestra Congregación, hacía su entrada, acompañada del P. Manyanet, P. Juan Barber y P. Miguel Lledós, en la noble villa de Talarn, la nueva comunidad que fue recibida por las autoridades civiles y eclesiásticas así como por la población en general. Nos narra Sor Asunción Pujol: 

domingo, 22 de junio de 2014

ORACIÓN EN EL DÍA DE CORPUS



No te quedes, Señor,
en la soledad de un templo vacío
y, en esta hora, más que nunca
desciende a los áridos y complicados caminos
donde se debate el presente y el futuro del hombre.
Baja, Señor, y comparte
la existencia de aquellos que buscan,
en la vida y con su vida,
una razón para nunca perderte.