sábado, 20 de septiembre de 2014

EL HONOR DE TRABAJAR EN SU VIÑA


«En efecto, el Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana a contratar obreros para su viña. Habiéndose ajustado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Salió luego hacia la hora tercia y al ver a otros que estaban en la plaza parados, les dijo: `Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo.'  Y ellos fueron. Volvió a salir a la hora sexta y a la nona e hizo lo mismo.  Todavía salió a eso de la hora undécima y, al encontrar a otros que estaban allí, les dice: `¿Por qué estáis aquí todo el día parados?'  Dícenle: `Es que nadie nos ha contratado.' Díseles: `Id también vosotros a la viña.'