VE A
NAZARET Y ESCUCHA CON DOCILIDAD LAS PALABRAS DE PAZ Y DE VIDA ETERNA QUE SALEN
DE LOS LABIOS DE JESÚS, MARÍA Y JOSÉ. (
E.N. I, 1)
Ve. Sal de donde
estés, deja tus circunstancias, tus aparentes riquezas, tus ataduras, tus
límites y…ve. Ponte en camino y para ello deja. Camina y cuenta con el
cansancio, con el desasosiego, con la impaciencia. La meta a la que se te envía
– Nazaret- no se alcanza nunca. A Nazaret se va, no se llega. Ir a Nazaret es
buscar a Dios: sobrepasa los límites humanos. ¿Cómo puedo alcanzar el Misterio?
¿Puedo acaso hacerlo mío?