EN ESTE INICIO DE CURSO, UN PROGRAMA DE CERCANÍA
Si una mano estrechamos, puede abrirse
una puerta de luz, una salida
que nos lleve a un jardín jamás soñado.
Sus sorpresas nos abren dedos tibios
y a demandas contestan ignoradas:
las súbitas palomas alzan vuelo.
Si una mano estrechamos, es posible
circunvalar el aire o abrazarlo,
proyectar su calor, borrar la sombra.
Como en juego de niños nos aúna,
hermanados, idénticos, sonriendo,
en ese justo centro de la Vida.
Concha Zardoya
(Valparaiso/Chile 1914 - Majadahonda/Madrid 2004)
La frase clave es "Si una mano estrechamos". Todo un programa de acercamiento, estrechamiento humano, solidaridad, destrucción de barreras sociales, culturales o religiosas que nos dividen. Si aprendiéramos cada día a estrechar la mano a alguien, tender la mano a solucionar problemas, estar abiertos a los demás... se haría visible ese misterio que llamamos "Encarnación". Porque Dios vino y nos estrechó para siempre la mano.
¡Feliz inicio de curso!
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