TENEMOS WIFI EN EL ALMA
El chiste gráfico me hizo
sonreír, me cautivó de entrada. Y lo sé porque como todo lo que nos gusta
siguió operativo en mi interior. Hasta que me pregunté: mi relación con el
Señor ¿es con wifi?
La wifi, qué duda cabe, es un
gran invento. Leo que el nombre es inventado, se buscó algo que no respondiera
a siglas difíciles de retener. La misma agilidad que daba el producto debía
reflejarse en el nombre. Todos sabemos que la wifi es un sistema de conexión
inalámbrica que se ha convertido ya en el más usado.
Los cables, ese engorro con el
que batallo día a día, acabarán por desaparecer (Espero).
Me pregunto si voy por la vida
captando mensajes sin fin, abierta a recibir la conexión de Dios y a mandarle
mensajes. Suelo captar los suyos más elementales: la naturaleza, las personas…su
Palabra…pero dudo que mi alma tenga “fibra óptica” aunque a eso aspiro…
Me pregunto si estoy suspendida en su aire y
veo las ondas que me permiten vivir en diálogo interior continuo. Porque si no
es así quiere decir que mi vida no se sustenta en Él sino en cables,
agarraderos sencillos que me dan “seguridad”. Pero seguridad falsa.
En la viñeta hay un tipo de
pájaros que se agarran al cable para no caer. Otro se mantiene libre con pinta
de estar hablando con alguien. Me gustaría ir por la vida con la wifi divina.
¿Problema eterno de toda wifi? .
La seguridad.
Pero hay que aceptarlo: el
evangelio – la red inalámbrica- nos dice que eso ya terminó. Que con Jesús hay
de todo…menos seguridades.
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