jueves, 8 de octubre de 2009



"Señor Dios mío: estoy en ti como pez en el agua: lávame;

estoy en ti como las aves en el aire: susténtame;

estoy en ti como el niño en el seno materno: guárdame;

estoy en ti como la pupila en el ojo: defiéndeme;

estoy en ti como un carbón apagado en el fuego: enciéndeme.


Pero... Tú también, Dios mío, estás en mí;

estás en mí como maestro en tu escuela: enséñame;

como médico en un hospital: sáname;

como sol en el cielo: ilumíname;

como Dios en su templo: santifícame;

para que te conozca y ame más perfectamente,

para que más sincera y cuidadosamente te siga.


(Mariana Allsopp)

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