sábado, 5 de julio de 2014

VENID A MÍ...


En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.»  Mateo 11,25-30

domingo, 29 de junio de 2014

ID A JOSÉ




Por costumbre decimos que sabemos poco de José. En realidad deberíamos decir que lo hemos estudiado poco, que hemos hecho poca teología sobre San José. La devoción popular ha suplido este fallo y ha ido durante siglos a José.
Porque la mayoría de autores y predicadores han visto en José, virrey de Egipto, la prefiguración de José de Nazaret. A él aplican el texto de Gn 41,55: Id a José y haced lo que él les diga.