sábado, 8 de mayo de 2010

(San Joaquín y la Virgen Niña)


REVISO MI VIDA CON MARÍA:


DÍA 6- María de la peregrinación a Belén: Perdón por mi apego a las cosas, mi dificultad en el desprendimiento, mis quejas cuando no tengo comodidades..
DÍA 7- María del “no hay posada” y del pesebre: Perdón por mis orgullos, exigencias y deseos de seguridad. Porque todo lo quiero planificar, controlar…
DÍA 8- María del nacimiento de Jesús en Belén: Perdón por mi resistencia a aceptar a Cristo tal como viene, por no reconocerlo, por no alumbrarlo en mi vida y en la de los otros. Perdón por ofrecer a veces un pobre establo que no daría a mis amigos…

RMI Tuenti Maria

miércoles, 5 de mayo de 2010



DÍA 5 DE MAYO: REVISO MI VIDA CON MARÍA

María del servicio humilde en casa de Isabel: Perdón por el descuido en el trabajo, por hacer las cosas a medias, con prisas. Perdón por las veces que deseo ser protagonista y no acepto quedar a la sombra…perdón por hacerme el sordo/a a las necesidades de los otros o por atenderlas con pereza, con deseo de que me agradezcan, con un cierto sentido de superioridad...Enséñame a ser como Tú, a darme sin reservas con amor incondicional.

PÁGINAS DEL DIARIO APÓCRIFO DE MARÍA

Me gustaba el silencio: en él podría
oírse el aleteo de los ángeles
si vinieran un día. Pero nunca
llegaban. Solo el ruido de Dios tronaba a veces.
Un Dios hermoso, posesivo y virgen
que eclipsaba todo otro deseo
y me encendía como el cristal bajo la luz del sol
Fui madre en esperanza tantas veces
que el alma me creció como un almendro.

(Martín Descalzo)

martes, 4 de mayo de 2010





DÍA 4 DE MAYO: REVISO MI VIDA CON MARÍA.

María del Magníficat: perdón, Señor, por no alabarte, por no saber que me miras, que me haces grande solo con tu mirada…perdón por no rebosar siempre de gozo y permitirme tristezas egoístas. Perdón por no creer a veces que soy una obra de arte tuya y permitirme el desánimo y la infravaloración. Que María me haga reconocer la verdad de mi mismo/a...y que me enseñe a cantarte.


PÁGINAS DEL DIARIO APÓCRIFO DE MARÍA

Recuerdo bien que todas mis amigas vivían de
esperanzas,
entrelazaban juegos, creían vivir, cantaban.
Yo me iba quedando al margen de las cosas,
vaciándome,
como una copa
que ni siquiera sospecha
por qué ha sido creada tan abierta.
Todos querían vivir mucho y muy deprisa;
yo me iba quedando en el misterio
desbordada y sola
pero nunca,
nunca cerrada,
viviendo como un tallo
que tiene ya por dentro maniatadas
las flores y el olor de las flores y su gozo
que nadie ve, pero que ya están ardiendo.
Por eso me quedaba contemplando a los pájaros,
tratando de adivinar mis alas...

(Martín Descalzo)

lunes, 3 de mayo de 2010

DIARIO APÓCRIFO DE MARÍA
De mi infancia recuerdo yo la Presencia.
La niña que yo fui se preguntaba
qué o quién la invadía,
qué hilos tiraban de su sangre ¿hacía donde?
Recuerdo que una noche me desperté llorando
asustada de lo ancho del sueño,
como si no tuviera corazón para tanto.
La vida -como un traje-
se me iba quedando pequeña, y avanzaba
por el misterio que, misteriosamente,
se me volvía dulce y cotidiano.
Ni rezar era necesario. Lo invisible
crecía en mí
silencioso
como los sueños de la hierba en la noche.
(MARTÍN DESCALZO)



HA COMENZADO EL MES DE MARÍA
Mirar, contemplar a María, debe servir para ver si nuestra vida se parece en algo a la de nuestra Madre. Todos los hijos llevamos algo de aquella que nos engendró. Día a día, revisemos, bajo algún aspecto, qué tal andamos de parecido con Ella...
1 – María de la Anunciación: perdona Señor, mi falta de aceptación del plan de Dios; perdona que no dialogue contigo, que no escuche. Perdona mis rebeldías a tus deseos y designios, mi falta de respuesta a tu Voluntad.
2- María de la Encarnación: Perdona mi resistencia a acoger a Cristo en mi vida, en mi corazón. Perdona por no encarnar tu mensaje aún llamándome cristiano/a.
3- María de la Visitación: Perdón por mi poco servicio, por poner excusas, por no saber servir o servir solo a los que me caen bien. Por creer que puedo servir en “tiempos libres” por dar tiempo en el que nada tengo que hacer. Perdón por presumir a veces de mis servicios…
María, Tú que fuiste la Redimida perfecta, enséñanos a acoger la Voluntad del Padre con la sencillez, alegría y donación con que tú lo hiciste.