sábado, 6 de septiembre de 2014

RECOMENZAR




Estos días hay ambiente de inicio y eso suele ser bueno porque aunque, en general, somos quejicas, todos llegamos con ilusión y ganas de hacerlo bien al nuevo curso escolar.
Este verano viví una situación rutinaria de colapso en carretera que me ha quedado como ejemplo para el curso y quiero transmitiros lo que pensé.
En Barcelona, un domingo de fiesta y con excursión preparada, tuve que cruzar la ciudad. Iba con el tiempo justo y tenía dos vías a escoger: o ir por dentro ciudad o coger la ronda que la rodea. Dudé unos instantes porque el domingo a primera hora no suele haber tráfico por la ciudad pero en el último instante cogí la ronda que se supone más rápida.