“Juan proclamaba: «Detrás de mí
viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome,
la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará
con Espíritu Santo.»
Y sucedió que por aquellos días
vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En
cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en
forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú
eres mi Hijo amado, en ti me complazco.» (Mc 1, 17-11)