Después que Juan fue entregado,
marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha
cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.» Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y
Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran
pescadores. Jesús les dijo: «Venid
conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres.» Al instante, dejando las redes, le siguieron.
Caminando un poco más adelante, vio
a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca
arreglando las redes; y al instante los
llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se
fueron tras él. (Marcos 1,14.20)