viernes, 25 de octubre de 2013

DOMINGO DE NARCISOS


                                           XXX DOMINGO TIEMPO ORDINARIO

A algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás les dijo esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: ¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias.' En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!' Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce será humillado; y el que se humille será ensalzado.»
                          Lucas 18,9-14

Lucas insiste a lo largo de todo el evangelio en la necesidad de orar. Y en este relato se nos dice, además, cómo debemos orar, qué actitud es precisa para orar de verdad.
Tradicionalmente se llama a este fragmento “parábola del fariseo y el publicano”; no obstante, no se trata de una parábola (una realidad de la tierra que nos habla de una del cielo) sino de un “relato ejemplar”. En los relatos ejemplares se suelen presentar parejas opuestas (bueno-malo) y los rasgos se exageran para poner de relieve el mensaje. Es lo que hace Jesús.

martes, 22 de octubre de 2013

JESÚS APRENDE (y III)


                                        EL CENTURIÓN DE CAFARNAUN. Lc 7,1-10

El centurión de Cafarnaún viene definido como un hombre que ama mucho. Ama mucho a su criado enfermo y ama al pueblo que, supuestamente, domina.
Enterado de la presencia de Jesús en Cafarnaún, el centurión se vale de sus contactos para pedir la curación de su siervo. Pero este valerse de los ancianos, las autoridades judías  de Cafarnaun, es también un gesto de delicadeza para con Jesús, como lo será la insistencia en que no vaya a su casa. Según la ley judía si Jesús hubiera entrado en casa del centurión hubiera quedado impuro. (Resulta muy curioso que sean las mismas autoridades judías quienes le instan a transgredir la ley religiosa. ¿Nos hallamos ante una interpretación más flexible de la ley o ante una demostración del interés de estar a bien con los romanos por encima de las propias leyes? ¿Hubieran entrado ellos en casa del centurión?)