sábado, 26 de enero de 2013

RANITAS DE HOJALATA DE COLORES



Este deliciosos anuncio de Minute Maid ha ganado un premio de "Anuncios con valores". Se suele usar para reflexionar sobre la importancia del trabajo cooperativo tanto en la familia como en los ámbitos distintos en que nos movemos. Los niños protagonistas, que adoran a su abuelo, saben que no vende mucho y lo animan: hoy será un gran día. Pero no se quedan quietos sino que trabajan tanto o más que el abuelo para que así sea.  Un anuncio tierno que descansa la vista y conmueve el corazón. Pero que puede hacernos pensar, también, en nuestra misión.
El evangelio nos señalaba estos días que "la mies es abundante y los obreros pocos". Pero...¡si todos fuéramos como estos niños! Ellos no venden pero, sin ellos, el abuelo no hubiera vendido. Nosotros, creyentes, catequistas, sacerdotes, religiosos....nada podemos dar pero sí podemos hacer que Dios sea recibido con alborozo.
¿Qué hacen los niños?
Algo tan simple como hacer caer en la cuenta, a todos los tenderos que visitan, de su carencia: no tienen ranitas de hojalata de colores. Los tenderos no se habían planteado nunca el tema de las ranitas pero tras la visita de los niños comienzan a cuestionarse. Alguno muestra extrañeza...¿qué será eso? ¿qué piden estos niños? Y de repente, están abiertos a algo que desconocen. Los niños han preparado el surco.
Ojalá que fuéramos conscientes de dos cosas en este año de la fe:
Mis manos están tan vacías como las de los niños. Yo tampoco tengo "ranitas de hojalata de colores"
Pero puedo abrir el corazón de otros para permitir que Dios actúe.
La fe es un don de Dios.
Pero yo debo abrirle camino.
Como estos niños que, a pie o en bici, saben crear expectativas. Preparan el camino al Señor...
Nuestras pastorales...¿abren a la trascendencia?

No hay comentarios:

Publicar un comentario