ELLA FUE LA PRIMERA PROCESIÓN DE CORPUS...
Oh María,
Virgen que peregrinas en la fe,
contemplamos
tu pobreza y queremos vivirla;
contemplamos
tu obediencia, queremos realizarla;
pensamos en
tu contemplación,
queremos
recibirla como don del Espíritu.
Señora y
Madre nuestra, haz que nos acostumbremos
a ver
siempre en nuestra vida el rostro bondadoso de un Padre
que cuida de
nosotros, que nos alimenta más que a los pájaros del cielo,
que nos
viste con más hermosura que a los lirios del campo;
un Padre que
no permite que suceda nada en nuestra vida que no sea por amor.
María,
Virgen fiel, virgen de la fe y de la fidelidad,
ayúdanos a
vivir así, en la fe que es confianza,
abandono
filial en las manos del Padre; en la fe que se entrega,
fidelidad,
que es decir como dijiste tú: "Yo soy la servidora del Señor,
que se
haga en mí según tu Palabra".
María,
ayúdanos a vivir alegres en fidelidad. Que así sea.
Eduardo
F. Pironio
PAZ y BIEN...
ResponderEliminarMaría de la Visitación...
Al igual que Dolors (que llegó tarde a la advocación del Sagrado Corazón) a mi siempre me pasó lo mismo con la imagen -no física- de María. Tanto en el pueblo, como en nuestra comunidad, María está muy definida como María del Socorro o María de Candelaria... y siempre me he sentido tibio ante esas advocaciones.
Para mí la grandeza de María (mi madre) estuvo en cómo actuó sobre el plan que Dios le propuso... Sí, sea, fiat...
Me puedo llegar a imaginar el "terror" que pudo llenar el corazón de aquella jovencita (¿condenada por adúltera? ¿apedreada? ¿muerta a tan corta edad?...) y en cambio no tuvo duda alguna de fiarse de Dios...
Algunos meses después María sigue siendo testimonio... aquella mujer PREÑADA DE DIOS se olvida de sí misma y se pone en camino hacia Ain Karem... se pone en actitud de servicio de quien la necesita (su prima Isabel, de edad avanzada a punto de dar a luz), olvidándose de sí misma y de su situación personal... y todo por una sóla razón: estaba preñada, estaba LLENA de Dios.
Que María de la Visitación nos arranque de la comodidad de llamarnos cristianos para hacer que sintamos nuestra propia preñez de Dios... y no sintamos más necesidad que la de ponernos en camino de servicio.
Mujer preñada de Dios...ojalá todos seamos hijos de tal Madre, todos vayamos "pariendo" a Dios con nuestra vida...Hacer que Dios nazca, permitir que la Luz pase por esa ventana que yo soy. Eso hizo María: estar en el lugar por donde Dios quería pasar...
ResponderEliminar