sábado, 15 de febrero de 2014

SÍ, SÍ...NO, NO


"No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.
Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
"Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
 "Habéis oído que se dijo a los antepasados: No matarás;  y aquel que mate será reo ante el tribunal.
Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo de la gehenna de fuego.
Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti,

deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.
Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel.
Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo.
"Habéis oído que se dijo:  ‘No cometerás adulterio. ‘
Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna.
Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
"También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio.
Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
"Habéis oído también que se dijo a los antepasados:  No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos.
Pues yo digo que no juréis en modo alguno: ni por el  Cielo , porque es  el trono de Dios,
ni por  la Tierra,  porque es  el escabel de sus pies;  ni por  Jerusalén , porque es  la ciudad del gran rey.
Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro.
Sea vuestro lenguaje: "Sí, sí"; "no, no": que lo que pasa de aquí viene del Maligno.
(Mateo 5,17-37)

El evangelio de este domingo resulta tan rico y abundante que hay que dejar que cada uno acoja en su interior aquella palabra que Jesús le dice en este momento de su vida…
No obstante vamos a señalar algunos puntos:

LAS BIENAVENTURANZAS COMO CONTEXTO: Inmediatamente después de proclamar las ocho bienaventuranzas, Jesús se presenta como plenitud de la Ley, cumplimiento de la Antigua Alianza e instaurador de la Nueva. San Pablo tiene una preciosa metáfora en la que habla de la Ley como cuidadora o niñera del pueblo de Israel que, en Jesús, ha llegado a la madurez y ya no la necesita. Pero no ha venido a abolirla sino a darle plenitud.

HABÉIS OÍDO/ YO OS DIGO A los oyentes de Jesús les tenía que sonar a mucho atrevimiento la afirmación de Jesús: aunque la Ley os dice…yo os digo.  Jesús, con sus padres, cumplió toda la vida la Ley y la vivió y amó de corazón. Pero también señala en repetidas ocasiones que la persona está antes que la Ley. Jesús no vino a destruir nada pero sí transfiguró todas las cosas.

EXTERIOR/INTERIOR  En tiempos de Jesús el cumplimiento de la Ley había derivado en un ritualismo. Había que cumplir muchos pequeños preceptos, respetar ritos y normas…tanto que el judío normal podía llegar a creer que la salvación se alcanzaba por el cumplimiento de todo lo externo: oraciones, abluciones, ofrendas…
Jesús pone el acento en la interioridad. No basta que no cometas adulterio, si lo deseas ya está cumplido ante Dios. No basta que no mates, si te enfadas contra tu hermano ya has faltado a ese quinto mandamiento de la Ley. El acento está en el corazón y es el corazón lo que hay que convertir.

RADICALIDAD La Ley de Jesús es un programa de vida que, justo porque tiene como único mandamiento el amor, abarca todos los aspectos de la vida. Las relaciones personales, que pasan siempre por la actitud del perdón, la vida matrimonial, donde no cabe la infidelidad, la relación con Dios que debe ser auténtica…Jesús exige una coherencia que nos lleva a cortar con todo aquello que va contra nuestra opción fundamental de seguirle. Las cosas que hacemos o tenemos, lo que sentimos o deseamos sólo pueden considerarse buenas o malas en función de si nos acercan o alejan de él. Ese es el baremo que debo seguir en mi vida.

SÍ,SÍ/ NO,NO  Con el uso  repetido de estos dos adverbios Jesús nos pide vivir en la verdad. Es esa la actitud que nos acerca a Él. Para reducir la vida a esa simplicidad  es preciso estar en proceso toda la vida pues con frecuencia “nos vamos por las ramas”. Mantenerse fiel a la opción fundamental – matrimonio, vida consagrada, seguimiento de Jesús en cualquier etapa de la vida- supone decir cada día Sí al Señor y No a cuanto me aleja de Él.  

Porque como decía con gracia Chesterton “el palo blanco que no se pinta de blanco cada día, se vuelve negro”.

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