domingo, 18 de noviembre de 2012

MANYANET DE LA A...A LA Z...


D de Dolor
Cuando Manyanet tiene diecisiete años Mn. Valentí Lledós escribe de él: “sabe qué es comer el pan del dolor” (carta a Ignacio Sullà, 30-9-1850).
Decía Pablo VI, hablando de la cruz,  que  la única prueba creíble del amor es el sufrimiento. Para los santos el dolor, intrínseco a la condición humana, ha sido siempre una oportunidad alegre de asemejarse a Cristo. El dolor apareció muy pronto en la vida de Manyanet. Señalemos algunas  cruces:
. La muerte de su padre cuando cuenta veinte meses
. Las dificultades económicas que subsiguen a esta situación y la necesidad de trabajar para poder cursar estudios desde muy joven.
. La enfermedad  que en 1885 lo postra en cama y que le lleva a tres operaciones de las que le quedarán heridas y dolores permanentes. Él se referirá siempre a las heridas abiertas como “las misericordias del Señor”.  Durante más de dieciocho años nadie supo de su mal. Se añade a esto un reumatismo crónico y grave que lo “roye  de dolor
 Pero el sufrimiento mayor fue, sin duda alguna, el moral:
. El abandono de los primeros compañeros.
. Las maquinaciones que contra él hace un miembro de su Instituto, Juan Barber, y la difícil decisión de expulsarlo.
. La opinión de Caixal: Manyanet ha perdido la brújula…
 . La difamación sistemática: “se me acusó de turbulento, de falto de administración, de terquedad en mis cosas y empresas; otros me tachaban de bonachón y falto de previsión, de imprudente…una lucha de este género no podía menos de atraerme  las censuras , el desprecio y aversión  de muchos”
. Su destitución como Superior General de las Hijas de la Sagrada Familia.
. La orden de alejamiento de todas las religiosas.
. La desconfianza de su honradez en lo que a gestión económica se refiere.
. La quema pública de sus Constituciones.
. Las deudas que quisieron cargarle a él.
. El silencio de varios obispos ante sus peticiones…
Porque su amor era creíble Manyanet  reaccionó siempre con serenidad y paciencia; pero no sólo eso: con un corazón totalmente entregado el “Fiat voluntas tuas” que rezó un 18 de diciembre de 1879, se convirtió en un alegre Nunc dimittis. Porque en la escuela de Nazaret aprendió también la ciencia de la Cruz. 
 D de Director espiritual
Durante toda su vida Manyanet no tuvo otro interés que colaborar en esa expansión del reino que comienza por crecer en el corazón humano. Su ministerio sacerdotal le permitió acompañar a muchas personas en la búsqueda de Dios y fue un eficaz director espiritual, especialmente de religiosas, como reconocería el obispo Caixal.
Por supuesto nada sabemos de lo que sucedía en lo más profundo de los corazones por el guiados pero guardamos muchas cartas en las que vemos cómo anima, exhorta, reprende, guía, señala peligros y consecuencias, indica qué medios utilizar y, en definitiva, se nos revela como un excelente guía de camino.
El deseo de acompañar a las que inician la vida religiosa le hace trasladar el noviciado de Talarn a Barcelona. Más adelante cuando ya nuestro noviciado esté en Aiguafreda hará innumerables viajes en tren  para pasar casi cada domingo con las religiosas y hablar con ellas. M. Colomina tuvo el acierto de recoger en un pequeño opúsculo los consejos de Manyanet en estas visitas.
También sus libros responden al deseo de guiar a religiosos, laicos y familias por el sendero espiritual.
Porque Manyanet había descubierto en Nazaret su tesoro y, conocedor del camino, ardía en deseos de llevar al mundo a postrarse ante la Trinidad de la tierra… 

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