domingo, 28 de diciembre de 2014

ANGELUS DEL PAPA EN LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA


Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

En este primer domingo después de Navidad, mientras todavía estamos inmersos en el ambiente de alegría de la fiesta, la Iglesia nos invita a contemplar la Sagrada Familia de Nazaret. El evangelio de hoy nos presenta a la Virgen y San José en el momento, cuarenta días después del nacimiento de Jesús, de ir al templo de Jerusalén. Lo hacen en la obediencia religiosa a la Ley de Moisés, el cual prescribe que deben ofrecer al Señor el primogénito (cf. Lc 2,22-24).


Podemos imaginar esta pequeña familia, en medio de tanta gente, en los grandes patios del templo. No se destacan a la vista, no se hacen notar ... Pero ¡no pasa desapercibida! Dos ancianos, Simeón y Ana, movidos por el Espíritu Santo, se acercan y comienzan a alabar a Dios por ese Niño, en el que  reconocen al Mesías, la luz de las naciones y gloria  de Israel (cf. Lc 2,22-38). Es un momento sencillo, pero rico en  profecía: el encuentro entre la joven pareja llena de alegría y de fe por la gracia del Señor; y dos ancianos también llenos de alegría y de fe por el Espíritu. ¿Quién les une?. Jesús,  Jesús les une: los jóvenes y los ancianos. Jesús es el único que une generaciones. Y  la fuente del amor que une a las familias y personas, venciendo cada desconfianza, cada aislamiento, cada distancia. Esto nos hace pensar en los abuelos: la importancia de su presencia, la presencia de los abuelos! ¡Cuán precioso es su papel en la familia y en la sociedad! La buena relación entre los jóvenes y los ancianos es fundamental para el progreso de la comunidad civil y eclesial. Y mirando a estos dos ancianos, estos dos abuelos - Simeón y Ana –saludamos  aquí, con aplausos, todos los abuelos del mundo.
El mensaje que viene de la Sagrada Familia es ante todo un mensaje de fe. En la vida de la familia de María y José, Dios está verdaderamente en el centro, y lo está en la persona de Jesús. Esta es la razón por la que la Sagrada Familia de Nazaret es santa. ¿Por qué? Porque vive centrada  en Jesús.

Cuando los padres y niños, juntos, respiran esta atmósfera de fe, poseen una energía que les permite enfrentar pruebas  bien difíciles, como la experiencia de la Sagrada Familia, por ejemplo en caso de la huida dramática a Egipto: una dura prueba.

El Niño Jesús con su Madre María y San José son un icono familiar y simple pero muy luminoso. Es la luz que irradia la luz de la misericordia y de salvación para todo el mundo, la luz de la verdad para todos los hombres, para la familia humana y para las familias individuales. Esta luz que viene de la Sagrada Familia nos anima a ofrecer calidez en aquellas situaciones familiares donde, por diversas razones, no hay paz, donde la armonía  falta, donde falta el perdón. Nuestra solidaridad concreta no falta en especial con las familias que están pasando por  situaciones muy difíciles por  las enfermedades, la falta de empleo, la discriminación, la necesidad de emigrar ... Y aquí hacemos una pausa breve  y silenciosamente oramos por todas estas familias en dificultad, que llevan ya sea la carga de la enfermedad, ya sea la falta de empleo, la discriminación, la necesidad de emigrar, son dificultades difíciles de entender e incluso son fuente de  desunión. En silencio oramos por todas esas familias ... (Ave Maria ..).


Encomendamos a María, Reina y Madre de la familia, todas las familias del mundo, para que puedan vivir en la fe, la armonía, la ayuda mutua, y para esto  invoco sobre ellos la protección maternal de la que fue la madre y la hija de su Hijo .

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