De momento, al deseo generalizado del grupo de ir a ver a Francisco, se nos ha adelantado una persona del grupo, que quiere conservar un cierto anonimato, pero que ha aceptado compartir su experiencia. Hay que decir que, aunque nada escribiera, sabemos que ha vuelto radiante, orgullosa de sentirse Iglesia...y "tocada" por este Papa que es un regalo para la Iglesia. Durante algunos días hemos ido siguiendo su itinerario con sana envidia. Hoy compartimos su gozo. Ella nos cuenta su experiencia de estar allí, con miles, para comenzar la Cuaresma guiada por el Papa. Ella ha ido. Nosotros, el resto, iremos.
"Miércoles, 5 de marzo de 2014.
Nos despertamos a las 7,30 y muy
diligentemente nos preparamos para llegar al Vaticano sobre las 8,30...Buscamos
donde sentarmos en una plaza llena, ya a esas horas, casi a la mitad.
Cinco de nosotros tienen la suerte de
poder aceder a la zona donde el Papa los saludará. Los demas tambien somos
llamados a una buena zona desde donde vemos y oimos al Papa de cerca. Nos
sentimos muy alegres y expectantes...
Un sacerdote nos saluda y presenta a
todos los grupos presentes en italiano,
alemán, francés, español (un capuchino en este caso) y en árabe. La gente
responde gritando y jaleando...¡vienen de todos los rincones del mundo!. Sentimos
que algo nos une a todos en ese momento.
Francisco sale a la plaza y empieza
saludando a los que estan abajo en la plaza, con sencillez y humildad, es un
momento muy emotivo y especial, porque se baja y camina entre la gente, y lo
sentimos muy cercano. Hay mucha juventud que grita y mueve al viento sus
banderas.
Luego sube, saluda y se sienta. Da la
catequesis hablando en italiano, pero entiendo casi todo lo que dice, y yo no
sé el idioma...su discurso es directo y claro. Luego habla en español, con ese
acento argentino tan simpático...¡es una delicia!.
Su mensaje fue claro: Cuaresma es tiempo
de cambio, de conversion...de abandonar comportamientos no
cristianos...¡como no enseñar a nuestros hijos a orar y hacer la señal de la
cruz!.
"Se hizo pobre para enriquecernos
con su pobreza" dice el Papa. También dice que debemos recuperar la capacidad de mirar
con ojos nuevos a los hermanos.
En fin, estas y otras palabras tocaron mi corazón y mi conciencia, espero que para siempre.
Terminó con la bendicion de los presentes
y sus familias, y en especial de los niños, los enfermos y cuantos sufren.
Gracias Señor, por enviarnos a tu Hijo
Jesús.
Y por tener un buen pastor, llamado
Francisco.
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