miércoles, 17 de junio de 2009



MIREMOS CON ATENCIÓN....
Conocer el Corazón de Jesús es beber en las mismas fuentes que lo nutrieron a Él y ahí, indudablemente, encontramos a José y María. No podemos parecernos a Jesús si no buscamos el mismo alimento. La humanidad de Jesús, excelsa por definición, se forjó bajo la guía de sus padres y creció en la cotidianidad de Nazaret. En esa escuela nació un Corazón que es misericordia y amor.
También Dios necesita canales para hablar al mundo… y su “estructura” más perfecta es el corazón de Jesús.
¿Dónde vemos hoy, dónde encontramos su Corazón misericordioso? No olvidemos que es un soldado romano – un extranjero – quien abre el costado de Cristo y un pagano – Poncio Pilato – quien entrega el Cuerpo de Cristo al mundo.
¿Estamos atentos a los alejados de la iglesia, los no creyentes, los que confiesan otra fe, los escépticos, los…?
Quizá ellos nos muestren y nos entreguen, hoy, a Cristo.

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